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jueves, 27 de agosto de 2009

Crónica del 1º viaje a la escuelita rural


El día sábado 22 nos encaminamos a Retiro con todo nuestro equipaje. Nos esperaban unas largas 12 hs. de viaje, hasta que finalmente llegamos a la localidad de La Toma, donde la maestra y directora, Maria Rosa, nos esperaba con su esposo José.
San Luis nos recibía con los brazos abiertos.

No faltaba nada, las 13 cajas enviadas por encomienda unos días antes, las valijas e incluso el globo terráqueo habían llegado en tiempo y forma según lo planeado.
Desde allí, nos dirigimos a Villa de Praga (60 km aprox.) lugar donde vive la maestra junto a su flia. y cuya población no supera las 400 personas.
Hicimos un alto para poder ordenar y distribuir equitativamente la ropa de los niños, para que cuando lleguemos a la escuela, cada uno recibiera algo.Y así fue.

Desde Villa de Praga hasta la escuela hay una distancia aproximada de 30 Km. que la hicimos en auto también.
El camino es sinuoso y el paisaje es bastante hostil; la sequía parece asomarse por los rincones, los árboles no tienen vida, los colores que matizan el paisaje son monótonos; amarillos, marrones y grises se entremezclan impunemente.
Todo parece árido, todo parece secarse, el único contraste a simple vista pareciera ser el cielo.


En esa zona abundan las víboras cascabeles, venenosas, como todos saben.
Cuento ésto,ya que 2 de los niños que concurren a la escuela, caminan por día por esta zona para poder llegar.
La caminata dura 2 hs. de ida y, lógicamente, 2 hs. de vuelta.
Me atreví a preguntar las edades de estos niños y son dos hermanitos de 6 y 7 años.
Una niña resulta más afortunada al tener el privilegio de la bicilceta propia aunque la distancia es apenas menor, y considerando las bajas temperaturas invernales y la sinuosidad del trayecto, no es propiamente un privilegio.
Los chicos cortan camino entrando por campos(propiedad privada) y quién sabe qué otras peripecias para poder llegar.
A mitad de camino, nos cruzamos con una mamá y una niña, que hacía más de 2 hs. esperaban algún buen vecino que las aventara. No hace falta graficar que la noción de tiempo y distancia es muy disímil de la nuestra, no?

Casi sin darnos cuenta, llegamos a la escuelita. Un oasis en el desierto me arriesgaría a decir. Las paredes blancas eran un nuevo contraste en el paisaje!
La escuelita rural Nº 361 "Granadero J. Lucero" está enclavada en un pequeño paraje cuyo nombre es "Rincón del Carmen".



Caritas felices nos divisaban de lejos... Nos, con mucha alegría bajamos del auto y comenzamos a saludar uno a uno a los niños.

La timidez abundaba y las miradas brillaban en los rostros de todos. (A decir verdad, el corazón se nos ensanchó un poquito) era el momento de dejar de soñar. Habíamos hecho realidad nuestro proyecto!


Algunas mamás nos esperaban adentro y entre saludo y saludo ingresamos a la escuelita, recorrimos su hermoso interior, tan limpio y brillante como nunca antes vi otro colegio en esta ciudad...
La luz del sol entraba por todas las ventanas, los pisos brillaban y un pizarrón negro nos daba la más cálida bienvenida.
Ya estábamos allí!!! La emoción nos golpeaba por dentro pero se traducía en alegría y júbilo para todos.

Repartimos 1 bolsa para cada niño: ositos para todos, guantes para todos, ropa para todos!!Abrimos las cajas, para mostrarles lo que traíamos, lo que juntamos con la inmensa ayuda de todos. (Vos que estás leyendo ésto, fuiste un eslabón MUY IMPORTANTE de esta cadena, no sabemos cómo agradecerte!!!)







Las madres había madrugado para recibirnos con los mejores panes caseros y tortafritas que he comido, con mate cocido y café.
Desayunamos y compartimos una charla, les contamos quiénes somos y cómo surgió todo el proyecto, que ya estaba concretado.




Luego mientras los chicos jugaban, Maria Rosa nos invitó a ver de dónde sacan el agua para beber y preparar el mate cocido.

Allí cerca, hay una estancia cuyo dueño les permite ingresar a utilizar una canilla que, según ellos, trae agua potable (aunque allí no hay sello Iram que lo certifique...)
Los niños hacen filas con algún bidón o botella y cada uno carga lo que puede traer. La canilla se encuentra a 400 mts. aprox. de la escuelita.

El paisaje circundante es tan inhóspito como el del camino que transitamos para llegar. Una garita olvidada todavía yace frente al colegio, vaya uno a saber qué línea de micros llegaba hasta ahí, pero ahora, por motivos desconocidos (pero que suponemos) ya no.
Cerca de allí, hay una tanque de agua que algún tiempo atrás utilizaba la escuelita, pero está roto. tampoco sirve.
El pozo de agua de la escuela fue tapado cuando la reconstruyeron; les recuerdo que la escuelita fue reconstruida y renovada en su totalidad, pero olvidaron el detalle del agua. Una nimiedad después de todo, no?
Allí se la ingenian para pedir alguna cisterna prestada y trayendo agua de la estancia, lo que por ahora, mal ó bien, les funciona.

La mayoría de los niños no tienen luz eléctrica en sus propias casas, ó tienen un grupo electrógeno pero se les dificulta poder solventar los gastos que les insume.
Tampoco tienen televisón, por ende no reciben la estimulación que ésta les brinda.

El resto del paisaje es sequía,pequeñas elevaciones de tierra, árboles secos, alguna que otra llama y un pequeño arroyito contaminado que no sirve de mucho.

El silencio abunda, estremece en algún punto. Pareciera invitarnos a reflexionar.
Quizás es difícil comprender tanta desigualdad, y tantas carencias en una de las provincias, que se supone, tiene una buena calidad de vida.

Un tiempito después, ya era hora de partir.
Nuestra misión estaba cumplida y ya no había mucho más que hacer. Fue así, que de a poco cada uno emprendió su rumbo; unos caballos a lo lejos, cargaban algunos de los niños que hoy no tuvieron que caminar.
Todos los puntanos que conocimos han sido más que amables, Maria Rosa y su flia. han sido muy hospitalarios y generosos, no supimos cómo agradecerles! Ojalá lean ésto!!

A las 9:10 pm partía el micro con destino a Retiro, nos despedimos 2 veces; abrazos fuertes y saludos con un poco de tristeza.
Algún día tenemos que volver; un chivo asado es la promesa pendiente y a decir verdad, suena más que prometedor.


Esta escuelita, como tantas otras, necesitaba y necesita nuestra ayuda. La mayoría de estos niños son víctimas de la mala alimentación y muchos no llegan a satisfacer sus necesidades básicas. Algunos, incluso sufren problemas neurológicos a causa la desnutrición en sus primeros años de vida.
Estos niños, como los niños de todo el mundo, tienen derecho a soñar con MUCHO MÁS pero los sueños parece que no llegan hasta el Paraje Rincón del Carmen.

Personalmente, quiero agradecerle a diós porque hoy hay 25 chicos que al igual que todos los días hicieron esfuerzos muy grandes para poder llegar hasta la escuela; pero no fue en vano, porque el comedor se reabrió, y podrán desayunar y almorzar, y también porque van a tener útiles escolares, por bastante tiempo, para poder aprender y jugar.

Valió la pena tanto esfuerzo!!!

GRACIAS desde el fondo de mi alma a TODOS LOS QUE AYUDARON a hacer realidad este proyecto.
GRACIAS A TODOS los que nos dieron una mano y ojalá haya menos niños con las miradas tristes cada día.

ELLOS TIENEN EL DERECHO DE SER FELICES...
Y la escuelita rural, hoy volvió a sonreír.




MIL GRACIAS!!!


Buenos Aires, 27 de agosto de 2009

3 comentarios:

  1. ¡Muy bueno!
    Los felicito por el compromiso que tomaron.

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  2. Excelente todo, un saludo y cuenten conmigo para la próxima!!!
    saludos,
    Mauro Grasso

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  3. Gracias Mauro!!! Estamos tratando de organizar un viaje para este verano!!! Esperemos que se pueda!!! Un abrazo...

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